Esa extraña sensación de caer en un extraño abismo que realmente no es extraño pues ya lo has vivido antes…
Es ese momento justo cuando te alejas, como me sucede en el momento actual y sientes el recuerdo de esa persona, te hace sonreír levemente y poner esa cara de ensueño por el momento que se está produciendo en la imaginación.
Ya sea el recuerdo de un beso, de una caricia, de una mirada… de cualquier momento.
Es ese instante en el que sientes que desearías que estuviera cerca de ti para vivir el momento que actualmente estás viviendo.
Es entonces cuando sientes el miedo de enfermar por sentir esa serie de síntomas que aun no han sido declarados como un grupo tratable con medicinas para dejar de sentir eso. No es tan fácil como tratar un resfriado…
Pero siempre estará esa causa y efecto, el miedo al futuro incierto e inesperado.
Como sintoma la inspiración que surge de la imaginación…
Esos síntomas de componer y crear romanticismo y paisajes de poesía.
Donde…
«Podría imaginar que te beso cada día, y que hago mía la mas brillante de tus sonrisas,
Que me pertenece aquello que mas te enternece, que tu felicidad yace en mi sonrisa.
Y que puedo conseguir cualquier cosa,
Alcanzar la luna mientras te abrazo bajo las estrellas, y que el universo se me antoja finito por ser infinito el sentimiento que podría inventar al acariciarte.
No parar de mirarte, y parar el tiempo y convertirlo en un solo instante…
Mientras una sueca brisa nos acompaña junto al sonido de las olas del mar, a lo lejos, llega el aroma de la lluvia que acaba de cesar. En nuestros pies, la arena, que se deja moldear por nuestros dedos desnudos que sobre la húmeda arena, nos invitan a….»
Pero… sin precipitarme, te diré, que no creo en los cuentos de hadas,
No en los que no nacen mas allá de tu mirada.
No creo en el amor como «algo mas» aunque sé muy bien, que esa afirmación no es mas que una víctima de la vacuna a ésta enfermedad. Que no sé si está bien o está mal.
No sé si quiero creer o no o si mi cuerpo, mi alma, mi corazón y mi misma vida me están pidiendo a gritos que lo necesito ya.
Que necesito creer.
En alguien como tu, que sin querer has venido acompañado de todo lo que me encanta y necesito.
Diversión, seguridad, realidad, locura, detalles, romanticismo, y una serie de palabras prácticamente infinita que podría continuar escribiendo….
Pero eres tu, y solamente tu, querido CR.
Mi chico misterioso, que has aparecido casi de casualidad y causalidad.
Tu, que has venido decorado de detalles ideales.
Que has venido adornado de belleza con sorpresa,
Que has venido disfrazado de príncipe azul.
Tu, que me otorgas ese aire de familiaridad, como si hiciera años que nos hubiéramos conocido…
Que me has dado y me das tiempo para asegurar qué es esto.
Que es irreal y qué cierto…
Me gustas.
Mucho….
Será por todo esto que te he escrito, que no puedo evitar el echarte de menos.
Y es que es así, y lo sabes…
«et trobo molt a faltar»
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