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Cruce de caminos y destino desinhibido

Si robar es un pecado….
¿El hecho de que hayas robado el corazón, es causa directa para encarcelarte?

Si matar es un pecado….
¿Eres un asesino por matar la ilusión de tenerte a mi lado, y matar la idea de poder besarte?

Es un pecado k tu mirada, tan inocente como seria una hoja de papel antes de cortar la piel, me atraviese el alma, haciendo que la sangre no cese, traspasando todo órgano incoherente, incluso por mi mente, esa que dejas inconsciente, cada vez que tu imagen, tengo enfrente.

Tú no lo sabes, pero yo espero, que entre estas líneas, tu pudieras encontrar tu nombre.
Y en la oscuridad intercambiar palabras, frases, gestos, acciones, que me hicieran mitigar ésta pasión, y éste deseo que por ti hoy yo siento.

Ahora estoy en un cruce de caminos, que no realizare contigo, donde parece que te alejas y no te sigo.
El destino me cruzo contigo, para crear una sed que no podré apagar…
El destino me cruzo contigo, para crear la inspiración sin límites, para con tu imagen volverme a recrear, para con tu cuerpo en mil y un sueños navegar, para que ya nunca te pueda olvidar, y para que gracias a ti, nuevas teorías pueda crear…

Y ahora me encuentro aquí en medio, como Alicia en el país de las maravillas cuando vio borrado su camino, con mil imágenes tan extrañas, el viento, las nueves, el cielo que no se apaga….
Perdida en el firmamento de los sueños, las ideas, y el recuerdo. Con la nostalgia de unos besos que no encuentro, por no haberlos hecho ciertos.

Quisiera pues, mostrarte la verdad, las ideas que encierro, regalarte la llave, con un llavero de acero, esconderlo en tu cuerpo, para que descubrieras lo que encierro dentro, en mi pensamiento y en mi deseo.

Aun así, te doy las gracias, destino, por haberme hecho sufrir, con un elemento tan sutil, con el amor de éste perfil, que me enseño a descubrir, que se puede volver a vivir, encerrando ideas, conocimientos y otras materias. Que no se encierran tras la puerta, y que se enderezan con otras puertas, que poco a poco encontrare abiertas.

Así pues, no podré decirte adiós, y nunca lo haré, no lo haré, oh no, por Dios!
Pues siempre estarás conmigo, marcando pasos en mi camino, tu influencia es mi destino, y la compartiré contigo; aunque no estés presente, serás una proyección en mi mente.
Y ahora, solo deséame buena suerte, con tu voz, para grabarla, por siempre para siempre, en mi corazón.

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Isabel Montse

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