Frío en el tiempo, en los sentimientos, en los recuerdos, en el presentimiento.
Frío en mi pensamiento, cuyo calor se va, sin que parezca importar.
Frío en las palabras, en la esperanza, en la añoranza del futuro que no existe ni existirá.
Frío que provocas.
Frío por la situación que intuyo alrededor.
Por no poder hacer nada, mas que ahogarme entre palabras, silabas, entrecortadas.
Sin significado, sin… nada.
Frío que creas, para destruir el calor, la ausencia de la acción y reacción,
por comodidad, por mejoría, por tu propio bienestar, ignorando el destino, obviando el camino.
Frío que hiela, que congela lo que se puede crear…
Estaciones que no eligen su llegada ni su estancia.
Que se quedan y eligen, hacen elegir.
Creando frío, sin ríos.
Perturbando el camino del destino.
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