Echo de menos la idea de llegar a casa y encontrar,
Una sonrisa, una caricia, una idea para no llorar.
Echo de menos el saber,
Que al llegar te encontraré,
Con un beso te saludaré,
Y con un abrazo te despediré,
Y así cada mañana,
Cada madrugada.

Echaré de menos el saber,
Que me llamaras esperándome ver llegar,
Que haremos planes para mañana,
Que veremos películas de madrugada.

Ya echo de menos…
El recrear sueños que realidad podré hacer.
Acariciarte por la espalda,
Arañarte por la rabia,
Morderte por la impotencia acumulada.

Echo de menos, y echaré aun mas,
El hecho de tener que soportar,
De ésta idea no poder repetir,
No volver a gozar…
Porque lejos te vas,
Y cerca no estarás,
Cuando necesite las caricias,
Cuando necesite las miradas,
Con y sin palabras, que desde la nada,
Dicen mas de lo que acordabas,
Para con tu mente pronunciarlas.

Echaré de menos,
Y lo hago ya.

No sé si lo podré soportar,
Porque me has dado mas de lo que algún día pedí,
Porque vi un puzzle donde mi pieza pude introducir,
Del mismo del que ahora tengo que salir,
Obligada, por el destino,
Que me lo dio, para quitármelo después,
Y dejarme solo con recuerdos de un pasado mejor,
Mejor que el futuro que puedo prever.

Y no sé que hacer,
Mas que quejarme,
Odiar al destino,
Por no permitirme estar contigo,
Por alejarte del camino,
Que nos unió,
Que nos separo.
Diciendo adiós…
Hasta pronto,
Hasta nunca,
Hasta siempre.

Sin nada mas,
mas que el futuro presente,
al que he adaptarme,
hoy, mañana, siempre.

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Isabel Montse