Cada vez que me siento delante del blog a escribir aquí, no sé muy bien ala conclusión que voy a sacar, me pierdo en la lectura del ultimo post, y hago un breve análisis de cómo ha cambiado mi vida desde entonces. En ocasiones, me he perdido en la lectura de antiguos, que no viejos escritos, y me encuentro que siempre he sido la misma en esencia, y que lo único que hago, a través de los años es pulir éste diamante que soy, con la diferencia que. a contrario que un diamante, a nivel físico, no es posible mejorar, ya que el ser humano tiene la fea costumbre de deteriorarse, aunque… quién sabe, quizá hayamos estado engañados toda nuestra vida y la belleza no está en controlar la celulitis y parar el tiempo, sino en apreciar la belleza de las arrugas y el inherente paso de los años.
Éste año, en el horóscopo chino es el año del cerdo, y sucede además que yo nací un año en el corresponde el mismo animal. Se dice que es un año de fortuna, de creatividad y de riqueza.
Por mi parte, yo espero que así sea por varios motivos, éste año he decidido poner fin a digamos un mal que tiene invadido mi cuerpo desde hace muchos años, tengo en mente varios proyectos a llevar a cabos, y me he encontrado con el desafío de mi mente obstinada en negar que lo haga, para protegerme, claro, para hacerme apreciar que cada paso que consigo, es un logro aun más brillante.
Por lo cual, he querido aprovechar mi tiempo en el que reposo mi cuerpo para cuidar partes menos visibles de mi ser, y sí, suena muy poético, pero es mas difícil que sacar abdominales en el gimnasio, básicamente porque es difícil ver los resultados, no basta un simple espejo.
«Mens sana incorpore sano» decían, y así es.
Así que éste año, en los meses que quedan intentaré serme fiel, y quererme lo suficiente para hacerme sentir orgullosa de mis metas conseguidas. De momento ya he dado varios pasos, ¡vamos allá!
La manera más fácil de predecir el futuro es inventarlo, así que, inventemos pues!
Categories: reflexiones
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