A cada etapa que sucede, es mas extraño, es diferente…
La madurez influye…
Tengo la sensación de vomitar, es como mi cuerpo quisiera expulsar todo el amor que lleva dentro.
Es extraño.
Deberíamos aprender en la escuela cómo dejar de querer, pero esa es una asignatura cuyo único profesor es el tiempo.
Aun siento húmedas las lagrimas, aun siento mío tu ultimo abrazo.
Visualizo en mi cabeza como si de una película se tratase a la razón y al corazón teniendo una lucha a muerte por saber quién ha de ganar. Pero no llegarán a ningún acuerdo, es imposible.
Es la extraña sensación de no saber si estás haciendo lo correcto. No existe un protocolo, tampoco una formula mágica a la que puedas aplicar una ecuación que te diga el resultado, sería tan genial que existiese…
No debí pensar de más éstos días… no me ha gustado darme cuenta al final de la película de la receta que cocinaban.
Esas palabras, tan difíciles de asumir.
Incluso ahora, con el resultado, trato de convencerme si es real el sentimiento… pero las lagrimas no pueden mentir, lo que es difícil definir la linea, el porcentaje del sentimiento añadido…
Todo ha sido demasiado rápido, no me ha dado tiempo a creerlo, a que me lo plantee, a dar las razones suficientes para creer todo esto con una secuencia lógica. Quizás no sea necesario, no hay formulas, ni protocolo, ni guión…
Todo lo que empieza acaba, es el destino, de eso no hay duda.
Me apetecía continuar, mi balanza estaba casi equilibrada, pero es un juego de dos, y nunca pueden ganar los dos… y mi voz, perdió.
Es complicado negociar si una relación termina o no.
No son negocios, no es un contrato del que te vas… es como quedarte en el paro.
Pero como adultos hemos llegado al acuerdo. No ha sido fácil. Ni lo será.
Echaré tanto de menos nuestros planes, nuestro presunto fallido futuro juntos.
Aun con todo, me di cuenta de que te quiero.
Y mientras lo escribo, sonrío entre lagrimas. Por lo que fue, por los recuerdos, por el ayer, y por nuestra amistad futura.
Ronda ahora por mi cabeza mientras tecleo las letras, recuerdos de los lugares que hemos recorrido creando recuerdos juntos de la manos…
Es mejor dejar los recuerdos para otro momento.
No es el mejor momento.
Pensar en ellos mientras pienso y siento que te quiero.
Mientras la razón lucha por ganar éste juego.
Sin saber por quien apostar….
Aunque la decisión, tu decisión, ha sido expuesta sobre la mesa.
Y ganó.
Como el frío.
Sin saber si fue o será, la mejor decisión.
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