Cuando nace la atracción, a veces, surge la duda de qué es correcto, las dudas, la verdad…
Surgen las preguntas y sus razones y porqués, respuestas falsas o ciertas, pero hechas.
Cuando surgen las miradas y las sonrisas, me pregunto si nuevamente es la necesidad, es el ambiente, es el aire, o es simplemente tu áurea.
Cuando nace el sentimiento, trato de omitirlo para que deje de afectarme, así doy espacio al tiempo para que juegue, para que avance, para que, en definitiva, pueda poner la situación en su lugar.
Pero es cierto que cuando nace, nace y ya está.
No hay razones… ni mas que discutir.
Ahí estás, ahora demosle tiempo al tiempo, para que avance mientras me recreo.
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