Echo de menos, las mariposas perdidas, en un absurdo momento, donde me dejo llevar por recuerdos vacíos, donde nada existe, y nada he sido.
Donde cierro los ojos y siento.
No podría describir si siento demasiado, o si nada siento. Solo detecto un vacío… Un vacío que no alcanzo a identificar.
¿Será una soledad explotada? Sobreexpuesta?
¿Será quizás la nostalgia de una caricia? De un beso furtivo?
¿Será quizás las horas que pasan sin ganar al mismo tiempo?
No lo sé, pero siento que hecho de menos, y no sé a qué, ni a quién, ni porqué, ni su origen.
No sé que sucede por mi alma, pero siento que grita desgarrada, mientras se siente enamorada, y de nuevo no sé de quién, ni a qué se debe, ni porque lo pide.
Solo siento como si se evaporaran lentamente y se esparcieran por el aire, como el cese de una lluvia de verano, y se lo lleva el caluroso sol. Se evaporan las mariposas, y revolotean mientras esto ocurre. Me obstruyen el pensamiento, y perdona si no recuerdo, pero no sé si es verdad o incierto, el quererte, el amar, se me olvida y no me acuerdo. Solo sé que siento, puedo asegurar que lo hago, desde dentro, siento, amo, y vivo, y no sé a quien ni de qué, pero lo percibo ¿será que vienes de camino?
No lo sé, pero te echo de menos…
Echo de menos, las mariposas perdidas.
Las mismas que huyeron malheridas, y se escondieron en una flor marchita.
…
Mientras tanto,
Sigo echando de menos las mariposas perdidas.
Seguiré echando de menos las mariposas perdidas
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