A veces el alma, cuando te atrapa entre telarañas de aire.
Te grita pidiéndote algo, y no sabes el qué.
Indagando en mis pensamientos, y en los cambios que me he sometido, y que últimamente me someto, llego a una conclusión.
Estoy matando mis ideas, con éste aire que hoy me rodea.
Estoy dejándolas morir… haciéndome sufrir.
Estoy quemándome el alma, y ya puedo oler el humo que desprendo entre las ramas, de éstos árboles de donde ya no crecen flores, no hay frutos ni olores.
Y algo tengo claro…
Y es que aun no es el tiempo para hacer esto que estoy haciendo,
Es tiempo de progresar, de hacer mas,
Es tiempo de dar rienda suelta al alma, dejarle espacio para que se expanda.
Es tiempo de improvisar la vida, de curar heridas,
Es tiempo de cerrar y abrir una nueva etapa…
Porque no puedo volar mas alto con ésta capa,
No yo, no mi cuerpo, no mi alma.
Destapo con éstas letras una confesión,
Nuevos cambios, por petición de mi alma,
Una nueva esperanza, una ilusión.
Que protagonizo yo, bajo este sol…
Como testigo.
Y bajo la luna,
Conmigo a oscuras.
Mientras me aclama,
Con prisas, sin calma.
Sobre ésta cama,
Finalizando de una vez ya,
La muerte de mi alma.
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