Palabras…

Palabras que nacen dentro de mi alma, que con lágrimas respiran, y con mi mirada perdida, huyen despavoridas, hasta inscunstrarse en un papel, un trozo de poder, desde la nada, de nada, de un cero…
Palabras con dolor, con pasión, con gritos de terror, el sonido ensordecedor que se produce cuando los miedos se presentan ante mi cara, helando el rostro con su poder, el poder de la realidad, que da pavor, y no dan solución, únicamente se pueden ignorar para olvidarlos, pero es imposible, reaparecen, ante los ojos… rojos, del dolor, de las lagrimas derramadas por el cansancio de buscar una nula solución…

Palabras que no sirven para nada, para desahogarse, para gritar en silencio, sin remedio.

Palabras que se crean para recrear la nada, el absoluto infinito lleno de nada, vacío de todo, de todo lo que no se tiene, de todo lo que con deseos no se obtiene, de todo, de nada, del absurdo intermedio entre el todo y la nada, un equilibrio in-creable, inexistente… y a la vez incoherente, como que el cielo es transparente.

Palabras de mi interior, de la creación, de las mentiras… de la oscuridad indefinida, de la rutina, de sonrisas despavoridas… que huyen sin socorridas aunque estén malheridas, tristemente malheridas…

Palabras maltratadas, por verse obligadas a expresar males, a expresar algo tan in deleitable como el dolor, por ser utilizadas para expresas la tristeza, por verse obligadas a no servir para nada, a expresar tonterías…

Palabras derretidas ante el fuego de la realidad, congeladas ante la eternidad del futuro… Sin saber a donde van a ir a parar ni qué serán de ellas…. Como yo, como nadie, como alguien, como el aire… como el absurdo corazón que late en mi interior, sin sonido, sin caprichos, más que salir, hacerse oír…. Pretendiendo huir.

Palabras, simplemente palabras expresadas por nada, para nada.

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Isabel Montse