Ensimismada ante la nada,
Veía la vida pasar,
mientras se preguntaba.

Ensimismada ante la nada,
Se preguntaba,
Porque habían cosas que sucedían,
Si nadie se lo pedía,
Y se preguntaba mas y mas.

Ensimismándose ante la nada,
Pasaban las horas,
Y con ellas los segundos,
Mientras se perdía en otro mundo,
Donde no había batalla que ganar,
Donde no habían palabras,
Contra las que poder luchar.

Ensimismada en si,
Se encontraba ella en la nada,
Mientras su alma se quemaba,
Sin querer el fuego apagar.

Ensimismándose en las palabras,
Creaba de su imagen,
Algo que intentaba definir,
Sin cuidar el alma cuyo aspecto,
Es mas importante exhibir.

Ensimismada hallábase ella,
En luces durante la noche,
Mientras el aire frío la recorre,
Sin que al luna,
Pueda apagar,
Con la ayuda de alguna estrella,
El calor de su sol.

Ensimismada,
Ensimismándose en la nada,
En las palabras de la noche solitaria,
En la cumbre de un alma,
Que no ve,
Que no se encuentra.

Ensimismada ante la nada,
Hallábase ella enjaulada.

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Isabel Montse