Resistes a lo que subsistes.
Eres resistente a la marea,
Al agua que te lleva, del río al mar,
De la calma a la tempestad,
O viceversa.
Desembocas con la resistencia,
Finalizas con tu apariencia.
Resistiendo a los vientos,
Limpios, puros, eternos. Llenos.
Permanente infierno, ardiendo,
Por fuera, por dentro.
Ardiendo.
Permaneciendo.
Resististe a la perdición,
Tocándola con devoción.
Como si crearas una melodía,
Con picardía, con alevosía.
Resistes a los impulsos,
Mientras te introduces en lo más profundo.
En la oscuridad, en la penumbra.
Jugando con las sombras,
Descifrarás cuando descubras,
Mientras me desnudas el alma,
Mientras te disfrazas entre sabanas.
Veras luego mi alma desnuda,
Veras luego tú sombra sucia.
Tirarás luego los dados acordados,
Jugando a la vez una partida dardos,
Tirando el tiempo,
Sumando números,
Saltando casillas.

Resistes a jugar,
Una partida sin final,
Infinita, que te limita.
Te resistes a ganar,
A un juego cuyas casillas
No terminarán,
Profundizándote en el mar,
Nadando sin cesar.
¿Dónde vas a llegar?
¿Dónde desembocarás?
Cuéntemelo el tiempo,
Descúbremelo despacio.
Déjame disfrutarte, suave, lento.
Resistiendo.
Latiendo.

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Isabel Montse